El texto de la inscripción está grabado sobre una piedra de caliza blanca conjuntamente con una cruz griega en muy mal estado de conservación. Se encuentra enmarcado por una moldura decorada con un motivo de doble sogueado o espiga. En el interior se distribuyen tres renglones, dos en la parte superior y uno en la inferior, con una medida promediada de 4 cm de altura cada uno, separados por una línea incisa limpia ejecutada a buril.
Ver todas las piezas del museo.
El estado de deterioro de la inscripción no permite una reconstrucción fiable, y con ello una lectura mínimamente coherente.
La lápida se encuentra ubicada en el lienzo sur, en el sector de la pared exterior del presbiterio, flanqueada por dos lápidas, la número 1 («Ex multis…») y la número 2 («In oc altare…»). Encima de esta lápida se encuentra otra con la Cruz de la Victoria (pieza número 4 de nuestro catálogo), que ya ha sido estudiada.
La reconoció por primera vez Gaspar Melchor de Jovellanos en una visita realizada con fecha 3 de octubre de 1796: «Item, entre las dos dichas de la pared exterior, hay otras dos, una grande, encima y otra pequeña, al pie de ella, ambas con la Cruz de la Victoria y su alfa y omega. […] En la pequeña nada hay legible, y apenas queda la huella de alguna letra y de la cruz».
En Junio de 1864 es estudiada por Vigil, quien escribiría a este respecto: «A la parte inferior de la lápida señalada Eb 15 [pieza número 4 de nuestro catálogo] hay otra circundada de cordoncillo y destruidos sus signos por la intemperie. En la primera y última de sus siete líneas se descubren estas letras: “……………………..nis / …..mene…………….”».
Estudio de la decoración
La lápida introduce novedades decorativas respecto al resto del conjunto de piezas de San Martín. La moldura con el doble sogueado en espiga o cordón, que recorre la orla perimetral, es un elemento novedoso aquí, pero muy conocido en la ornamentación de frisos, impostas, del repertorio ornamental en piedra del arte asturiano de los siglos ix-x. Otra novedad se encuentra en la introducción de la cruz griega, a semejanza de la Cruz de los Ángeles de Alfonso II. Pero esta novedad no aporta ninguna certeza sobre una cronología anterior a la fecha de reconstrucción del 951, toda vez que el modelo de cruz griega abarca un amplio espacio temporal. Creemos que la lápida cumplía una función epigráfica, a semejanza de las estudiadas con anterioridad y que pertenecerían a un conjunto armonizado.
Ver todas las piezas del museo.