Es un fragmento de una lápida de caliza blanca que contiene los restos de una inscripción de la cual se conservan siete renglones con una altura promediada de 4 cm cada uno. Aparte de constituir un fragmento reducido, la pieza se encuentra parcialmente deteriorada en su superficie, lo que dificulta seriamente su transcripción coherente.
Ante las dificultades de ofrecer una fiel transcripción, recogemos la efectuada por Francisco Diego Santos:
[…] at si quis, per ea(m) / [basilic]a(m) deprecatus / [fuerit Deum a]diutore(m), me Ade / [fonsu(m) in men]te (h)aveat, si / [c et Deum aveat] protectore(m) / [ad munerati]onem ver(a)e / [vit(a)e cum Salv]ato[re].
… Y si alguien, a la vista de la iglesia, implora a Dios, que también me tenga en su mente a mi, Alfonso; así ganará a Dios como protector y artífice de la gracia de la vida verdadera con El Salvador.
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La inscripción parece tener un carácter deprecatorio, de protección para aquellos que orasen por una persona que pudiera coincidir con el Adefonsus Confesso de las precedentes lápidas.
La lápida fragmentada se encuentra situada en la parte superior del arco ojival de la puerta occidental, empotrada en el muro. No es descrita por Jovellanos, quien no parece que hubiera reparado en ella.
Ciriaco Miguel Vigil la descubrió mucho tiempo después de haber realizado el estudio del resto de las lápidas de San Martín, en julio de 1883. Vigil escribiría: «Otra lápida de la propia época sobre el arco de la puerta de la fachada principal a los pies de la Iglesia parecía estar destruida, pues solo descubría algunos adornos en su faja inferior. Habiéndose desprendido años después de 1864 la lanilla que la cubría, mi amigo D. José Braulio González Mori, a quien encargué su dibujo, me facilitó el de que es fiel trasunto la lámina. Sin embargo de la esmerada ejecución, no puede leerse íntegra por estar mutilada en los extremos y tener además algunas letras desconchadas: contiene una deprecación semejante a la estampada en el n.º Eb 12 [se refiere a la lápida número 1 de nuestro catálogo: «Ex multis temporibus…»], pudiendo interpretarse lo siguiente: “…….ta sc….vi speream…. / …….am deprecatus……… / (a)diutorem eade……….. / ………t….aveat si …………… / ……..protectorem………… / ……….ne mu……………………. / …………….ato……………………”».
Como final a esta descripción, Vigil hace referencia a una inscripción desaparecida actualmente: «Una inscripción semejante a las once precedentes por su forma y tipo de letra está oculta por el retablo del altar de Nuestra Señora inmediato al de san Antonio citado. Pudiera su lectura facilitar más datos respecto al benéfico restaurador de la iglesia (Noticia corroborada por el propio Sr. Mori)».[1]
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[1] A este respecto conviene destacar la presencia, en la Torre del Castillo de Valdés Salas, hasta el año 1990, de una lápida en caliza blanca, que conservaba aún ocho renglones, si bien era ilegible la lectura al haber desaparecido todo vestigio epigráfico. La pieza desapareció en 1991. Esta información la proporciona César García de Castro en su obra Arqueología Cristiana de la Alta Edad Media en Asturias. Oviedo.1995. pp.138.
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