Fragmento de friso o imposta tallado en piedra de caliza blanca. Tiene una banda continua en una de sus caras de 22 cm de longitud y 9 cm de anchura, con celdillas triangulares, asimétricamente dispuestas y delimitadas por doble línea incisa con buril. A semejanza de los dos frisos anteriores, la superficie interior de las celdillas triangulares está formada por triple plano rehundido con una esbelta talla a bisel.
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Este fragmento de imposta se encontraba situado exactamente debajo de un pequeño fragmento de lápida epigráfica, la cual sería estudiada por Vigil en su obra Asturias monumental, epigráfica y diplomática (p. 509, lám. Eb ix, núm. Eb 21 [pieza número 10 de este catálogo]). Como ya hemos comentado, Ciriaco Miguel Vigil la descubrió mucho tiempo después de haber realizado el estudio del resto de las lápidas de San Martín, en julio de 1883.